jueves, 29 de septiembre de 2011

Beulah - The coast is never clear


Sí amigos, después de nosécuantos meses he vuelto a postear. Y reconozco que me está costando. Por la pérdida de la poca práctica que tenía, supongo. Y claro, no me apetecía complicarme mucho la vida, así que he decidido escribir sobre uno de esos discos que me gustan mucho y tengo “trilladitos”. The coast is never clear de los muy fiables Beulah.

Beulah son uno de esos grupos que no mucha gente recuerda, que casi nunca se habla de ellos al comentar influencias o al buscar parecidos en las críticas musicales, pero que tienen cuatro discos más que recomendables. Digamos que son uno de esos grupos que no te fallan, que te pongas el disco que te pongas de ellos consiguen alegrarte la tarde. Es más, Miles Kurowsky, su cantante y compositor, mantiene una carrera en solitario que merece bastante la pena también, aunque se mete en otros charcos.

Y si comentaba que los Beulah me parecen un grupo olvidado injustamente, más me lo parece su, para mí, disco más redondo, este The coast is never clear. El tercer disco de los de San Francisco se publicó en el 2001 por Velocette records, sello que se encargó también de su último disco, el un poco inferior Yoko. Y se le nota la influencia de los grupos californianos de esa época, que raro suena decir esa época a hace diez años, con The Shins a la cabeza. Aunque si éstos intentaban experimentar algo más con su oh inverted world los Beulah tiran más a arreglos vocales y trompetas que nunca llegan a saturar.

Y si hay algo que me encanta de este disco es que pese a que el recuerdo que deja es de un álbum uniforme, al ponerlo en el reproductor te das cuenta de que es muy variado . Empezando por el primer tema Hello Resolven, que con sus arreglos de cuerda y piano le da un aire distinto a las demás composiciones. Para que luego llegue A good Man is easy to kill con sus toques de trompeta(aquí empieza) a lo sesentero iniciales para descubrir un tema muy pop. What will you do in your suntan fades? cambia el tono de golpe con su toque cabaretero. Gene Autry va directo al alt country como una versión soleada de Wilco. Silver lining con su bajo machacón y las trompets recupera un nervio que se ve rebajado drásticamente por la maravillosa Popular mechanic for lovers, de hecho, los arreglos de piano y el toque playero le sientan muy bien.

La segunda mitad del disco hace acto de presencia con Gravity’s bringing us down, que con una guitarra más afilada y el slide consigue sonar muy distinta a las demás. Hey Brother vuelve al tono más sunshine pop y se agradece. I’ll be your lampside suena a america profunda, siendo uno de los temas que más se recuerdan al final. Cruel Minor change te devuelve a la modernidad con ecos a los primeros noventa, como si a les das un Valium a los replacements. Burned by the sun es la penúltima canción, en un tono más relajado. Y para terminar, Night is the day turned inside out, otro de los puntos álgidos del disco. La canción te deja tan buen sabor de boca que la mayoría de las veces para cuando me doy cuenta lo he vuelto a poner.


Atentos a la camiseta del Kurowsky que te lo deja todo bien claro...

En fin, un disco de los que no hay que dejar escapar si no lo conocéis porque no tiene desperdicio.

jueves, 2 de junio de 2011

Bryan Estepa - Vessels


Cuando uno lleva un tiempo escuchando música y se ha hecho más o menos una idea de por donde van los diferentes estilos dentro de lo que escucha, en mi caso el pop, termina utilizándolos como el acompañamiento inevitable de su estado de ánimo. Me explico. A la hora de enfrentarte a la eterna duda de... ¿Qué disco me pongo ahora? Decides ponerte un estilo u otro en base a como te sientes en ese momento.

Ésto, que nos pasa a todos en mayor o menor medida, va también por rachas. Es decir, A veces en un momento en el que no te sientes capaz de aguantar un ritmo fuerte puedes tirar a un estilo tipo el soul, al Dream pop o a un disco de electrónica ¿melódica, pseudoambiental? Como los que hacen los junior boys. Pero siempre hay uno de ellos que no falla, digamos que es como tu refugio emocional, el estilo musical que hace que durante un rato te olvides de todo y estés a gusto contigo mismo aunque solo sea en lo que tarde en terminarse el disco que te has puesto.

En mi caso, ese salvavidas es el alt country más pop o directamente el country pop. Y es que, no sé quién inventó la slide guitar, pero ese fue un gran hombre. Soy incapaz de calcular cuantas veces he escuchado el Tomorrow the green grass de los maravillosos Jayhawks o el infravalorado Summerteeth de los Wilco. Y estos dos ejemplos son solo la superficie de lo que ese estilo musical te puede ofrecer. Porque este será uno de los más inabarcables que hay, y a consecuencia de esto, de los que más joyitas poco conocidas te puede ofrecer. Discos como los recientes Bright Samples de Sarah lee Guthrie y su marido Johnny Irion o el que me ha hecho empezar a escribir este post, el Vessels de Bryan Estepa.

Bryan Estepa es un Australiano de origen filipino (tirando a bajito jeje), increíble que no sea estadounidense, que lleva publicados tres discos que merecen mucho la pena. Y la última muestra de su talento, que rock indiana ha tenido a bien publicar en nuestro país, es Vessels. Un disco que mantiene el estilo de sus hermanos mayores, raíces rock americanas con melodías maravillosas. Y que resulta de lo más placentero de escuchar.

Paso a comentar el disco. Nada más empieza, te das cuenta de que estás ante un tío que sabe lo que hace. Won't let you down es el perfecto ejemplo de country pop pegadizo y con sus uhuh jeje. Hard Habits sigue por la misma línea pero con un mayor protagonismo del piano. Tongue Tied que al principio parece que se va a estropear por como la canta el señor Estepa recupera al instante dejando muy buen sabor de boca. Al igual que Purple Reach con sus coros de voces.

El ritmo baja para la muy Mark Olsoniana Pull Ourselves together, sin duda una de las mejores canciones de las doce que forman el disco. En Alone se recupera el ritmo a golpe de teclado y melodía pegadiza. Let it Go algo más tirando al Neil Young calmado le sigue. First impressions es quizás la más folk de las canciones, resultando una auténtica gozada.



Cuando ya llevas dos tercios del disco escuchados y no sabes como ha podido pasar el tiempo tan rápido, llega otra de las destacadas Shade, con un teclado maravilloso y una cadencia perfecta. Para el décimo corte un guitarrazo te pega en los morros y el disco recupera el nerviosismo solo alterado por otro maravilloso coro de voces. Y casi para terminar Unglued otra canción relajada y de un gusto exquisito. Pero el señor Estepa se tiene guardado para el final un as en la manga, Ball and chain, otra que suena a los Jayhawks que tira de espaldas. Una gran canción que te deja con un regusto muy dulce que tarda un rato largo en irse.

En fin, creo que se ha notado que este disco me ha gustado bastante. Así que, si estos días vais por la calle y veis a un tío andando con cara de felicidad y unos cascos de botón shennheiser, sin duda soy yo. Podréis ponerme la zancadilla o tirarme un huevo a la cabeza, que probablemente no me de cuenta.

lunes, 25 de abril de 2011

Viendo la tele...


Tarde de lunes de pascua, festivo (por lo menos aquí), yo tirado en el sofá. Buscando algo que ver. Que es lo que quería, alargar el tiempo que estar tirado. Y en esto que veo que empieza un programa de música en un canal de estos de cierta plataforma de pago… Later with Jools Holland. Para los que no lo sepáis Jools Holland es un tío que formó parte del grupo de la New Wave, Squeeze, que tiene algún disco muy resultón, y luego se pasó a presentar programas de música en la tele inglesa. Ahora, que esté ese tío presentando no es síntoma de que el programa vaya a ser de calidad, ya que los programas que presenta son los típicos que se han copiado en intentos fallidos aquí, cosas tipo no disparen al pianista.

Os preguntaréis, si digo que el programa no es muy bueno. ¿Por qué me pongo a verlo? Pues porque al anunciar los grupos que actuaban, entre ellos estaba Ray Davies y los que me conocéis ya sabéis de mi devoción por los Kinks. Que sí, que ver ahora a gente que tuvo su momento de gloria en los sesenta siempre va a ser decepcionante, pero los Kinks siguieron sacando discos decentes hasta los noventa. Y, no sé, supongo que el rechazo que me provocan gente como los Stones actualmente, Los Kinks o los Sonics no lo hacen porque me gustan más o yo que sé. Igual soy más blandito a la hora de juzgar a estos que a otros grupos. ¿Qué os esperabais de un tío que a su blog le llama sesudas incoherencias?

El caso es que preferiría no haber visto lo que el bueno de Ray hizo, porque solo se puede calificar de triste. Tocar dos de sus grandes temas de la época entre el face to face y el Arthur (la buena, buena) que son Days y This time tomorrow (que son dos de las mejores canciones que he oído en mi vida). Pero, y aquí viene lo que me dejó con el culo torcío, mezcladas entre sí y con un grupo de chavales como acompañamiento, que seguro que lo hacían con buena intención, pero entre que ellos no son muy buenos y lo achacoso que está el líder de los Kinks, les ha quedao un churro considerable.

Este es el video del delito:

Y sí, no he podido verlo otra vez

El programa seguía y, desde luego, el nivel no subió. Que si un tío haciendo una versión de Curtys Mayfield, un tal John Legend, que sí, que se dejaba oír, pero el tío tampoco es que desbordase personalidad precisamente. Luego un par de grupos de estos ingleses que forman chavales y suenan todos como una copia chunga de los grupos ochenteros tipo echo and the bunnymen o Jesus & Mary chain a lo acelerado, y malo. Para terminar con un grupo que no es que no me guste, es que me pone de mala leche al escucharlo, los ting things y el pelma del Anthony, que no entiendo cómo le puede gustar a tanta gente el aburrido ese.

Bueno, pues ahora que he puesto a caldo el programa, me parece que es totalmente necesario. Y, de hecho, debería de existir un programa parecido aquí. Por una sencilla razón, creo que es el programa por el que pasas cuando empiezas a escuchar música y te lleva a afinar tu gusto hasta que llegas a lo “bueno de verdad”. Con esto no quiero decir que en el programa este del Jools Holland no vayan a sacar a alguien que haga cosas interesantes, sí que puede salir, pero solo si vende lo suficiente como para entrar en, eso que no se sabe muy bien donde empieza y acaba, el mainstream.

No sé cómo será para los demás, pero para mí esto de escuchar música es como una evolución. Empiezas escuchando lo que todo el mundo, hasta que descubres otro tipo de música que no escucha tanta gente pero te gusta, en mi caso el brit pop tardío(Por algún sitio hay que empezar, jo). Para luego dentro del estilo musical que has elegido empezar a tener bagaje y poder separar el grano de la paja. Y al final, por lo menos en mi caso, te abres a otros estilos y empiezas a buscar nuevos grupos que escuchar, cada vez más pequeñitos porque por la mayoría de los conocidos (que cada uno ponga el adjetivo de conocido al grupo que le dé la gana) ya has pasado en mayor o menor medida, según lo que te haya gustado. Y, al final, te das cuenta de que hay muchísimo de lo que no tienes ni idea y quieres seguir y seguir buscando.

Lo bueno de este tipo de programas es que son el paso intermedio que ayudan a gente que empieza a escuchar música para seguir investigando, si se puede decir así. Digamos que te dan más calidad que los programas aplana cerebros tipo los de los 40 principales, pero tampoco es que se alejen tanto de ellos a la hora de elegir los grupos que sacan a actuar. Es por donde pasas antes de ponerte a buscar música más específica por tu cuenta. Aunque, bueno, también hay absolutas maravillas de programas por ahí, no tanto en la tele pero si en internet. Cosas tipo el podcast de Hotel Arizona que con un gusto exquisito te ayuda a descubrir discos como el increíble Bright examples de Sarah Lee Guthrie y Johnny Irion, pero eso ya lo comentaremos a su debido tiempo.

En fin, que si hubiese cosas como el later with Jools holland en estos lares, la cultura musical del ciudadano medio aumentaría ayudando a los que seguimos cultura “para minorías”. Y paro ya de dar el coñazo. Si os parece que esto de que me ponga a divagar es un coñazo me lo decís y no lo hago más jeje. De todas formas, no os preocupéis, el siguiente post será de algún disco, como de costumbre. Ahora mismo, creo que lo mejor que puedo hacer es ponerme música y dejaros en paz…

martes, 19 de abril de 2011

Los Ginkas - Retumbarama


Llevaba un rato dándole vueltas a si merece un post entero este disco o no. Porque es una de las sensaciones modernillas del pop patrio jeje. Pero, la verdad, es de lo que más he escuchado últimamente así que sería engañarme a mí mismo decir que no me ha gustado. De hecho, no es que no me haya gustado, es que me ha hecho pasármelo muy bien.

Y es que este Retumbarama, lejos de ser un disco perfecto consigue que esboces una sonrisa todo el tiempo que pasa mientras lo tienes puesto. Me encanta el rollo que llevan de treintañeros haciendo el adolescente, actitud en la que me parece muy fácil caer en el ridículo y, desde luego, no lo hacen. Porque sus canciones desprenden sinceridad, en todos los temas hay o un montón de referencias al rockabilly, al surf o al cine. Y además, son leñazos de pop de alrededor de dos minutos que se te pasan sin que te enteres.

Y es que la mayoría de las canciones tienen detallitos o tonterías que las hacen más graciosas. A veces un toque al pop sesentero, otras un doble sentido y cosas así. Se nota que estos navarros han metido muchas horas escuchando música, pero en vez de soltarte las referencias en plan pedante, te las sueltan cantando tonterías que al final no lo son tanto. Solo el hecho de que sacaran el disco el día de nochebuena ya indica que los Ginkas tienen bastante sentido del humor.

Paso a comentar las canciones. De golpe y porrazo es el primer pelotazo, quizás no es la mejor del disco pero cumple su función de ponerte al corriente de por dónde van a ir los tiros, rockabilly y ritmazo. Luego llega retumbarama, la que da nombre al disco, a lo surfero pero acelerado y con el comienzo a lo película tipo ultimátum a la tierra. Linda Manz es graciosa también con su referencia a los barracudas y a la actriz que da nombre a la canción, que he de reconocer que no conocía. El gran salto no está mal, pero quizás es un poco más descafeinada.


Los cincuenta vuelven con un día raro por letra y música, lo gracioso es que aun siendo una versión, les pega muchísimo. A partir de aquí llega un tramo buenísimo. Soy una bomba es la siguiente, y es eso, una bomba. Imposible que no se te vayan los pies a mil por hora. Por cierto, tampoco es de ellos. Fiesta en la luna, o en otras palabras, que no decaiga. Y sin respiración llegas a Sol sal ya!!! Que he de decir que siendo más simple que un chaleco, me encanta, sobretodo el final con el guiño a un rayo de sol del final.

Después de ese maravilloso tramo, baja un poco el disco. A casa, sin ser una mala canción, sí que tiene algún toque pelín pedantillo y la melodía es un poco peor. ¿Qué clase de monstruo eres tú? Recupera un poco, sin llegar al nivel de antes, simplemente no está mal. Luego llega Babia, o la canción con más referencias seguidas que he escuchado en mi vida. Todas cincuenteras en plan Wanda Jackson y así, en ésta canción colabora Parade y se nota por su toque electrónico y su ritmo más pausado.

Y llegando al final aparecen los TCR( y sí, paro, siesta, días de fiesta me gusta bastante pese a no saber por qué jeje) a los que deben bastante, para colaborar en la canción Derrama tu amor. No comento nada del doble sentido... No te quiero ver es la penúltima canción y vuelve al mejor nivel del disco, me encanta el final, por cierto. Y para terminar Birlibirloque, que resulta un final más que digno y te deja con ganas de más.

Así que os recomiendo el debut de Los Ginkas, Retumbarama. Aunque supongo que es uno de esos discos que es fácil que odies o te encante. Y es que este rockabilly surfero con toques twee a mí me resulta refrescante y me lo hace pasar muy bien. Ah! Pasaos por el bandcamp de este grupo de Iruña que está el disco en streaming y en descarga directa.

domingo, 10 de abril de 2011

The Professionals - I didin't see it coming


Todos tenemos un pasado, y todos nos avergonzamos de cosas de las que escuchábamos cuando el acné hacía estragos en nuestra piel. Aunque viendo según qué fenómenos musicales con los que nos machacan por los medios de comunicación, y sí, me refiero a lo del niño del flequillo, supongo que hay quién tiene, ha tenido o tendrá bastante de lo que avergonzarse el día de mañana jeje

El caso es que yo en la pubertad era bastante cazurro, sé que me tenéis como un gran gurú del refinamiento musical jeje Pero, sí, aunque parezca mentira, yo también tengo discos de esos que tiras o condenas a una caja de cartón en el trastero. Y con bastante delito, porque teniendo al alcance de la mano joyas como el debut de Ride, me dedicaba a escuchar hardcore melódico, pero en vez de dedicarme a escuchar grupos buenos de ese estilo (que los hay) me ponía cosas tipo millencolin, sí, he puesto cosas aposta.

Y bueno, supongo que todos estos grupos nacen de escuchar a gente de los ochenta tipo the addicts, black flag o los dead kennedys para con esas influencias dedicarse a intentar destrozar todo un género. Ahora, dentro del punk primigenio los que somos más pop siempre tiraremos más a lo que es el punk que derivó a corrientes más “blanditas”, como hicieron otros como los Professionals.

The Profesionals se formaron de las cenizas de los sex pistols. Digamos que es el grupo de los segundones, por decirlo de alguna manera, si los que todo el mundo conoce son Johnny Rotten y Sid Vicious , the professionals lo forman Steve Jones y Paul Cook, guitarra y batería de los pistols respectivamente, junto con los músicos de estudio que utilizaban cuando Johnny Rotten abandonó el grupo.

Bueno, pues estos señores se sacaron de la manga un disco en 1981, I didn’t see it coming, que es una absoluta maravilla y que no tuvo el reconocimiento que se merecía por venir esta gente de donde venía. Pero, arriesgándome a algún abucheo, puedo afirmar que me gusta más este disco que cualquiera de los Sex Pistols, y es gracioso porque algo parecido me pasa con P.I.L, con las tonterías del Sid Vicious no.


Y es que muchas son las virtudes de este disco, empezando por la impactante, nunca mejor dicho, portada. Realmente, la sensación que me provoca es la de que es ponerlo y no dejar de sonar pelotazos, uno tras otro, hasta que se acaba. Con canciones algo más largas de lo que acostumbraba el punk, en vez de los dos minutos de media tenemos cortes de tres o tres y medio, pero sin perder potencia ni inmediatez.

Si nos centramos en el valor musical de las canciones, me encanta que de dieciocho que forman el disco ninguna se haga pesada pese a lo homogéneo de las mismas. No hay virtuosismo a la hora de tocar ningún instrumento, ni creo que lo buscasen los Professionals al grabar el álbum, pero cumplen su papel de zarandearte a base de guitarrazos y ritmos acelerados a la perfección. De hecho, canciones como Just another Dream, The Magnificent, Northern Slide (quizás mi favorita), Friday Night Square, All the Way, Crescendo, 1-2-3 o Has anibody got an albi están, para mí, entre lo mejor de lo que hicieron todos estos grupos de finales de los setenta, principios de los ochenta que tanto deben a los Ramones.

viernes, 4 de marzo de 2011

The Riptides - The Riptides


Llevo mucho tiempo intentando meter algo del gran power pop australiano por aquí. Y hace un par de días al buscar entre los cd’s que llevo en el coche me encontré el maravilloso directo de los Riptides. Me hizo tan feliz que pensé en escribir sobre él, pero al ponerme a hacerlo “en frio” he pensado, voy a comentar su primer LP. Que me gusta incluso más.

Y es que Australia siempre ha tenido unas bandas buenísimas, todo el mundo recuerda a los Go-Betweens (Que son una de las mejores bandas de pop que ha habido y habrá) pero no tanto a otros maravillosos grupos de esa época(o un poquito antes) como los Sunnyboys o the sports. Y es que Australia y Nueva Zelanda, con otros grupos como los scientists, fueron de los países en los que más y mejor power pop se hacía. Y se nota la marca que dejó esa época en grupos actuales tipo los Sloan.

Bueno, paso a comentar (de una vez por todas) el disco. El debut largo de los de Brisbane incluye, como en muchos debuts, varios de sus singles previos. Ahora, esto es importante saberlo cuando el primero lo sacaron en el 79 y el disco es del 83. En fin, que el disco no destaca por su homogeneidad precisamente. Pero a resultas de esto casi todas las canciones son de una inmediatez que tira de espaldas, haciendo imposible que no recuerdes menos de media docena después de escucharlo un par de veces. Así que ya podéis ir pensando en cambiar el parquet de casa que lo vais a reventar solo con seguir el ritmo de las canciones.

Me encanta poner un disco y que comience con alegría y en este caso se cumple con creces con la maravillosa Tomorrow tears. Ritmo acelerado, melodía contagiosa y desamor. Para que te quede claro que lo que oyes es power pop. Le sigue otro de (para mi) los temas estrella del conjunto, Only time. Con una batería al comienzo a lo revival mod maravillosa y el bajo aporreado en primer plano, solo el comienzo te agarra por el pescuezo y no te suelta hasta terminar la canción. Una gozada, vamos. La calma parece que va a llegar con money for life, pero nada más lejos de la realidad. Un ritmo endiablado, una guitarra buenísima y un teclado que empieza a asomar la cabeza. Y cuando ya estás encantado de la vida,riptide llega con su sabor a mar y a surf.


Bueno, y si riptide tenía toques surf, Shake it es como para escucharla con el neopreno puesto. Además este medio instrumental a lo straitjackets llega justo hacia la mitad dando mucho aire al disco. Quizás una de los temas más flojos sea el siguiente, mona lisa, que no quiere decir que sea malo, con piano y cantando a lo grupo sportivo. Hearts and flowers es otra de la que sacaron single, que no está mal, pero tampoco es que haya pasado muy bien del todo el tiempo por ella. Day has gone vuelve al tono más power popero, se agradece y la verdad es que no está nada mal.


No regrets está muy bien. Es como una canción de los stranglers pero cantada como “a lo adolescente”. No sé si me explico muy bien, es como meterle a Phil Seymour cantando una de post punk. Me acabo de ir por los cerros de Úbeda(no sé jeje). Tombs of gold sigue un poco por el mismo camino, pero me gusta más que no regrets, más post punkera y el acelerón que pega le sienta muy bien. Y llegamos al fin con the weeding song, la más calmada del conjunto, pero aunque la producción parece que la han hecho para navidad, no le queda mal y resulta un digno final.
En fin, que Australia y Nueva Zelanda en cuestiones musicales están muy bien, en lo demás creo que también. A ver si nos pasamos por allí.

Ah, casi se me olvida, me encanta la portada del disco.

miércoles, 16 de febrero de 2011

The dB's - Stands For Decibels


¿Sabéis eso de los propósitos de año nuevo? Pues yo me hice uno, que en el fondo soy más tópico que un txikitero con txapela. Y decidí, innovando también, hacer deporte. Así que he empezado a salir a correr, más que nada por mantener y tonificar mis músculos tipo pertiguista alemán, no os creáis. Bueno, el caso es que me pongo siempre mi mp3, lo cual no sé si está resultando muy buena idea. Me explico. Lo que empieza siendo un trote a un ritmo constante con la respiración siguiéndolo perfectamente, se convierte en un desastre que sigue el ritmo de la canción de turno, bien sea la lentitud de la Melody Nelson del Gainsbourg como la casi locura de una de los Bad Brains terminando con mis bolas a la altura de los glúteos.

Pero si un disco me ha hecho pasarlo mal, ha sido este Stands for decibels de los dB’s, que no os aconsejaré nunca para ir a correr, ya que es imposible no centarse en él. Pero madre mía que pedazo de disco es. Y es que los dB’s son otra de las típicas bandas citadas cuando se habla de power pop. Sobre todo este disco, que es su álbum debut y el más recordado de todos.

Stands for decibels siempre me ha parecido muy gracioso porque casi se puede dividir en dos, según las canciones las haya compuesto Peter Holsapple o Chris Stamey . Si en las del primero lo que suena recuerda al pop luminoso que se puede esperar del power pop, en las del segundo se aprecia el tono arty de la new wave, dentro de canciones bastante accesibles también. Aunque te explicas todo al saber que Stamley había trabajado con los Television y Alex Chilton, lo que termina siendo un resumen de su estilo compositivo.


Empiezo a repasar Stands For Decibels entonces. Hay discos que empiezan poco a poco o con una intro para ponerte en situación y este lo hace dándote un mamporro en toda la cara. Que grande es Black and White, que nada más empezar parece que un rayo te cruza la espina dorsal. Le sigue una de las de, como decía antes, toque arty, Dynamite. Con una batería machacona, una forma de cantarla sinuosa y un teclao que nunca crees que podría quedar tan bien en cualquier otra canción. She’s not worried es lo que habrían hecho los zombies en la New wave, una canción con sabor a Beefeater, vaya.

Cuarta canción y comienza a sonar una guitarra como si se la das a tocar al primero que pasa por la calle. ¡Pero suena bien! Y enlaza con una melodía buenísima. Esta es, para mí, la que mejor representa esa unión entre power pop y post punk. Espionage y Tearjekin’ son, quizás, las más experimentales del disco. Pero, ojo, muy accesibles a la par que disfrutables. Y la parte más Stamleyana (que bonito me ha quedao) termina con Cycles per second, con un ritmo endiablado y algún paron, muy a lo los XTC de los primeros discos.

En este punto Holsapple toma las riendas, Bad reputation y su potencia abren la veda. Es muy clásica pero efectivísima, abriendo el camino para Big Brown eyes, que es una absoluta maravilla con una melodía que se recuerda para siempre. I’m in love le sigue con ritmo más acelerado, y un estribillo cantado como con desesperación. La penúltima canción es Moving in your sleep, el más calmado de los temas y que suena a los Big star por todos los lados. Es todo sutileza. Y para terminar Judy, que es otra genialidad. Con coro de voces y todo.


En fin, os recomiendo este Stands For Decibels de los maravillosos The dB’s que fue uno de os primeros discos de power pop que escuché y de los que consiguió que me enamorara de ese estilo musical. Hasta el punto que un día lluvioso como el domingo me tirase una hora buscando un directo de los plimsouls porque no sabía donde lo tenía y no pensaba en otra cosa más que ponérmelo en el tocadiscos…