miércoles, 16 de febrero de 2011

The dB's - Stands For Decibels


¿Sabéis eso de los propósitos de año nuevo? Pues yo me hice uno, que en el fondo soy más tópico que un txikitero con txapela. Y decidí, innovando también, hacer deporte. Así que he empezado a salir a correr, más que nada por mantener y tonificar mis músculos tipo pertiguista alemán, no os creáis. Bueno, el caso es que me pongo siempre mi mp3, lo cual no sé si está resultando muy buena idea. Me explico. Lo que empieza siendo un trote a un ritmo constante con la respiración siguiéndolo perfectamente, se convierte en un desastre que sigue el ritmo de la canción de turno, bien sea la lentitud de la Melody Nelson del Gainsbourg como la casi locura de una de los Bad Brains terminando con mis bolas a la altura de los glúteos.

Pero si un disco me ha hecho pasarlo mal, ha sido este Stands for decibels de los dB’s, que no os aconsejaré nunca para ir a correr, ya que es imposible no centarse en él. Pero madre mía que pedazo de disco es. Y es que los dB’s son otra de las típicas bandas citadas cuando se habla de power pop. Sobre todo este disco, que es su álbum debut y el más recordado de todos.

Stands for decibels siempre me ha parecido muy gracioso porque casi se puede dividir en dos, según las canciones las haya compuesto Peter Holsapple o Chris Stamey . Si en las del primero lo que suena recuerda al pop luminoso que se puede esperar del power pop, en las del segundo se aprecia el tono arty de la new wave, dentro de canciones bastante accesibles también. Aunque te explicas todo al saber que Stamley había trabajado con los Television y Alex Chilton, lo que termina siendo un resumen de su estilo compositivo.


Empiezo a repasar Stands For Decibels entonces. Hay discos que empiezan poco a poco o con una intro para ponerte en situación y este lo hace dándote un mamporro en toda la cara. Que grande es Black and White, que nada más empezar parece que un rayo te cruza la espina dorsal. Le sigue una de las de, como decía antes, toque arty, Dynamite. Con una batería machacona, una forma de cantarla sinuosa y un teclao que nunca crees que podría quedar tan bien en cualquier otra canción. She’s not worried es lo que habrían hecho los zombies en la New wave, una canción con sabor a Beefeater, vaya.

Cuarta canción y comienza a sonar una guitarra como si se la das a tocar al primero que pasa por la calle. ¡Pero suena bien! Y enlaza con una melodía buenísima. Esta es, para mí, la que mejor representa esa unión entre power pop y post punk. Espionage y Tearjekin’ son, quizás, las más experimentales del disco. Pero, ojo, muy accesibles a la par que disfrutables. Y la parte más Stamleyana (que bonito me ha quedao) termina con Cycles per second, con un ritmo endiablado y algún paron, muy a lo los XTC de los primeros discos.

En este punto Holsapple toma las riendas, Bad reputation y su potencia abren la veda. Es muy clásica pero efectivísima, abriendo el camino para Big Brown eyes, que es una absoluta maravilla con una melodía que se recuerda para siempre. I’m in love le sigue con ritmo más acelerado, y un estribillo cantado como con desesperación. La penúltima canción es Moving in your sleep, el más calmado de los temas y que suena a los Big star por todos los lados. Es todo sutileza. Y para terminar Judy, que es otra genialidad. Con coro de voces y todo.


En fin, os recomiendo este Stands For Decibels de los maravillosos The dB’s que fue uno de os primeros discos de power pop que escuché y de los que consiguió que me enamorara de ese estilo musical. Hasta el punto que un día lluvioso como el domingo me tirase una hora buscando un directo de los plimsouls porque no sabía donde lo tenía y no pensaba en otra cosa más que ponérmelo en el tocadiscos…