lunes, 25 de abril de 2011

Viendo la tele...


Tarde de lunes de pascua, festivo (por lo menos aquí), yo tirado en el sofá. Buscando algo que ver. Que es lo que quería, alargar el tiempo que estar tirado. Y en esto que veo que empieza un programa de música en un canal de estos de cierta plataforma de pago… Later with Jools Holland. Para los que no lo sepáis Jools Holland es un tío que formó parte del grupo de la New Wave, Squeeze, que tiene algún disco muy resultón, y luego se pasó a presentar programas de música en la tele inglesa. Ahora, que esté ese tío presentando no es síntoma de que el programa vaya a ser de calidad, ya que los programas que presenta son los típicos que se han copiado en intentos fallidos aquí, cosas tipo no disparen al pianista.

Os preguntaréis, si digo que el programa no es muy bueno. ¿Por qué me pongo a verlo? Pues porque al anunciar los grupos que actuaban, entre ellos estaba Ray Davies y los que me conocéis ya sabéis de mi devoción por los Kinks. Que sí, que ver ahora a gente que tuvo su momento de gloria en los sesenta siempre va a ser decepcionante, pero los Kinks siguieron sacando discos decentes hasta los noventa. Y, no sé, supongo que el rechazo que me provocan gente como los Stones actualmente, Los Kinks o los Sonics no lo hacen porque me gustan más o yo que sé. Igual soy más blandito a la hora de juzgar a estos que a otros grupos. ¿Qué os esperabais de un tío que a su blog le llama sesudas incoherencias?

El caso es que preferiría no haber visto lo que el bueno de Ray hizo, porque solo se puede calificar de triste. Tocar dos de sus grandes temas de la época entre el face to face y el Arthur (la buena, buena) que son Days y This time tomorrow (que son dos de las mejores canciones que he oído en mi vida). Pero, y aquí viene lo que me dejó con el culo torcío, mezcladas entre sí y con un grupo de chavales como acompañamiento, que seguro que lo hacían con buena intención, pero entre que ellos no son muy buenos y lo achacoso que está el líder de los Kinks, les ha quedao un churro considerable.

Este es el video del delito:

Y sí, no he podido verlo otra vez

El programa seguía y, desde luego, el nivel no subió. Que si un tío haciendo una versión de Curtys Mayfield, un tal John Legend, que sí, que se dejaba oír, pero el tío tampoco es que desbordase personalidad precisamente. Luego un par de grupos de estos ingleses que forman chavales y suenan todos como una copia chunga de los grupos ochenteros tipo echo and the bunnymen o Jesus & Mary chain a lo acelerado, y malo. Para terminar con un grupo que no es que no me guste, es que me pone de mala leche al escucharlo, los ting things y el pelma del Anthony, que no entiendo cómo le puede gustar a tanta gente el aburrido ese.

Bueno, pues ahora que he puesto a caldo el programa, me parece que es totalmente necesario. Y, de hecho, debería de existir un programa parecido aquí. Por una sencilla razón, creo que es el programa por el que pasas cuando empiezas a escuchar música y te lleva a afinar tu gusto hasta que llegas a lo “bueno de verdad”. Con esto no quiero decir que en el programa este del Jools Holland no vayan a sacar a alguien que haga cosas interesantes, sí que puede salir, pero solo si vende lo suficiente como para entrar en, eso que no se sabe muy bien donde empieza y acaba, el mainstream.

No sé cómo será para los demás, pero para mí esto de escuchar música es como una evolución. Empiezas escuchando lo que todo el mundo, hasta que descubres otro tipo de música que no escucha tanta gente pero te gusta, en mi caso el brit pop tardío(Por algún sitio hay que empezar, jo). Para luego dentro del estilo musical que has elegido empezar a tener bagaje y poder separar el grano de la paja. Y al final, por lo menos en mi caso, te abres a otros estilos y empiezas a buscar nuevos grupos que escuchar, cada vez más pequeñitos porque por la mayoría de los conocidos (que cada uno ponga el adjetivo de conocido al grupo que le dé la gana) ya has pasado en mayor o menor medida, según lo que te haya gustado. Y, al final, te das cuenta de que hay muchísimo de lo que no tienes ni idea y quieres seguir y seguir buscando.

Lo bueno de este tipo de programas es que son el paso intermedio que ayudan a gente que empieza a escuchar música para seguir investigando, si se puede decir así. Digamos que te dan más calidad que los programas aplana cerebros tipo los de los 40 principales, pero tampoco es que se alejen tanto de ellos a la hora de elegir los grupos que sacan a actuar. Es por donde pasas antes de ponerte a buscar música más específica por tu cuenta. Aunque, bueno, también hay absolutas maravillas de programas por ahí, no tanto en la tele pero si en internet. Cosas tipo el podcast de Hotel Arizona que con un gusto exquisito te ayuda a descubrir discos como el increíble Bright examples de Sarah Lee Guthrie y Johnny Irion, pero eso ya lo comentaremos a su debido tiempo.

En fin, que si hubiese cosas como el later with Jools holland en estos lares, la cultura musical del ciudadano medio aumentaría ayudando a los que seguimos cultura “para minorías”. Y paro ya de dar el coñazo. Si os parece que esto de que me ponga a divagar es un coñazo me lo decís y no lo hago más jeje. De todas formas, no os preocupéis, el siguiente post será de algún disco, como de costumbre. Ahora mismo, creo que lo mejor que puedo hacer es ponerme música y dejaros en paz…

martes, 19 de abril de 2011

Los Ginkas - Retumbarama


Llevaba un rato dándole vueltas a si merece un post entero este disco o no. Porque es una de las sensaciones modernillas del pop patrio jeje. Pero, la verdad, es de lo que más he escuchado últimamente así que sería engañarme a mí mismo decir que no me ha gustado. De hecho, no es que no me haya gustado, es que me ha hecho pasármelo muy bien.

Y es que este Retumbarama, lejos de ser un disco perfecto consigue que esboces una sonrisa todo el tiempo que pasa mientras lo tienes puesto. Me encanta el rollo que llevan de treintañeros haciendo el adolescente, actitud en la que me parece muy fácil caer en el ridículo y, desde luego, no lo hacen. Porque sus canciones desprenden sinceridad, en todos los temas hay o un montón de referencias al rockabilly, al surf o al cine. Y además, son leñazos de pop de alrededor de dos minutos que se te pasan sin que te enteres.

Y es que la mayoría de las canciones tienen detallitos o tonterías que las hacen más graciosas. A veces un toque al pop sesentero, otras un doble sentido y cosas así. Se nota que estos navarros han metido muchas horas escuchando música, pero en vez de soltarte las referencias en plan pedante, te las sueltan cantando tonterías que al final no lo son tanto. Solo el hecho de que sacaran el disco el día de nochebuena ya indica que los Ginkas tienen bastante sentido del humor.

Paso a comentar las canciones. De golpe y porrazo es el primer pelotazo, quizás no es la mejor del disco pero cumple su función de ponerte al corriente de por dónde van a ir los tiros, rockabilly y ritmazo. Luego llega retumbarama, la que da nombre al disco, a lo surfero pero acelerado y con el comienzo a lo película tipo ultimátum a la tierra. Linda Manz es graciosa también con su referencia a los barracudas y a la actriz que da nombre a la canción, que he de reconocer que no conocía. El gran salto no está mal, pero quizás es un poco más descafeinada.


Los cincuenta vuelven con un día raro por letra y música, lo gracioso es que aun siendo una versión, les pega muchísimo. A partir de aquí llega un tramo buenísimo. Soy una bomba es la siguiente, y es eso, una bomba. Imposible que no se te vayan los pies a mil por hora. Por cierto, tampoco es de ellos. Fiesta en la luna, o en otras palabras, que no decaiga. Y sin respiración llegas a Sol sal ya!!! Que he de decir que siendo más simple que un chaleco, me encanta, sobretodo el final con el guiño a un rayo de sol del final.

Después de ese maravilloso tramo, baja un poco el disco. A casa, sin ser una mala canción, sí que tiene algún toque pelín pedantillo y la melodía es un poco peor. ¿Qué clase de monstruo eres tú? Recupera un poco, sin llegar al nivel de antes, simplemente no está mal. Luego llega Babia, o la canción con más referencias seguidas que he escuchado en mi vida. Todas cincuenteras en plan Wanda Jackson y así, en ésta canción colabora Parade y se nota por su toque electrónico y su ritmo más pausado.

Y llegando al final aparecen los TCR( y sí, paro, siesta, días de fiesta me gusta bastante pese a no saber por qué jeje) a los que deben bastante, para colaborar en la canción Derrama tu amor. No comento nada del doble sentido... No te quiero ver es la penúltima canción y vuelve al mejor nivel del disco, me encanta el final, por cierto. Y para terminar Birlibirloque, que resulta un final más que digno y te deja con ganas de más.

Así que os recomiendo el debut de Los Ginkas, Retumbarama. Aunque supongo que es uno de esos discos que es fácil que odies o te encante. Y es que este rockabilly surfero con toques twee a mí me resulta refrescante y me lo hace pasar muy bien. Ah! Pasaos por el bandcamp de este grupo de Iruña que está el disco en streaming y en descarga directa.

domingo, 10 de abril de 2011

The Professionals - I didin't see it coming


Todos tenemos un pasado, y todos nos avergonzamos de cosas de las que escuchábamos cuando el acné hacía estragos en nuestra piel. Aunque viendo según qué fenómenos musicales con los que nos machacan por los medios de comunicación, y sí, me refiero a lo del niño del flequillo, supongo que hay quién tiene, ha tenido o tendrá bastante de lo que avergonzarse el día de mañana jeje

El caso es que yo en la pubertad era bastante cazurro, sé que me tenéis como un gran gurú del refinamiento musical jeje Pero, sí, aunque parezca mentira, yo también tengo discos de esos que tiras o condenas a una caja de cartón en el trastero. Y con bastante delito, porque teniendo al alcance de la mano joyas como el debut de Ride, me dedicaba a escuchar hardcore melódico, pero en vez de dedicarme a escuchar grupos buenos de ese estilo (que los hay) me ponía cosas tipo millencolin, sí, he puesto cosas aposta.

Y bueno, supongo que todos estos grupos nacen de escuchar a gente de los ochenta tipo the addicts, black flag o los dead kennedys para con esas influencias dedicarse a intentar destrozar todo un género. Ahora, dentro del punk primigenio los que somos más pop siempre tiraremos más a lo que es el punk que derivó a corrientes más “blanditas”, como hicieron otros como los Professionals.

The Profesionals se formaron de las cenizas de los sex pistols. Digamos que es el grupo de los segundones, por decirlo de alguna manera, si los que todo el mundo conoce son Johnny Rotten y Sid Vicious , the professionals lo forman Steve Jones y Paul Cook, guitarra y batería de los pistols respectivamente, junto con los músicos de estudio que utilizaban cuando Johnny Rotten abandonó el grupo.

Bueno, pues estos señores se sacaron de la manga un disco en 1981, I didn’t see it coming, que es una absoluta maravilla y que no tuvo el reconocimiento que se merecía por venir esta gente de donde venía. Pero, arriesgándome a algún abucheo, puedo afirmar que me gusta más este disco que cualquiera de los Sex Pistols, y es gracioso porque algo parecido me pasa con P.I.L, con las tonterías del Sid Vicious no.


Y es que muchas son las virtudes de este disco, empezando por la impactante, nunca mejor dicho, portada. Realmente, la sensación que me provoca es la de que es ponerlo y no dejar de sonar pelotazos, uno tras otro, hasta que se acaba. Con canciones algo más largas de lo que acostumbraba el punk, en vez de los dos minutos de media tenemos cortes de tres o tres y medio, pero sin perder potencia ni inmediatez.

Si nos centramos en el valor musical de las canciones, me encanta que de dieciocho que forman el disco ninguna se haga pesada pese a lo homogéneo de las mismas. No hay virtuosismo a la hora de tocar ningún instrumento, ni creo que lo buscasen los Professionals al grabar el álbum, pero cumplen su papel de zarandearte a base de guitarrazos y ritmos acelerados a la perfección. De hecho, canciones como Just another Dream, The Magnificent, Northern Slide (quizás mi favorita), Friday Night Square, All the Way, Crescendo, 1-2-3 o Has anibody got an albi están, para mí, entre lo mejor de lo que hicieron todos estos grupos de finales de los setenta, principios de los ochenta que tanto deben a los Ramones.