jueves, 29 de septiembre de 2011

Beulah - The coast is never clear


Sí amigos, después de nosécuantos meses he vuelto a postear. Y reconozco que me está costando. Por la pérdida de la poca práctica que tenía, supongo. Y claro, no me apetecía complicarme mucho la vida, así que he decidido escribir sobre uno de esos discos que me gustan mucho y tengo “trilladitos”. The coast is never clear de los muy fiables Beulah.

Beulah son uno de esos grupos que no mucha gente recuerda, que casi nunca se habla de ellos al comentar influencias o al buscar parecidos en las críticas musicales, pero que tienen cuatro discos más que recomendables. Digamos que son uno de esos grupos que no te fallan, que te pongas el disco que te pongas de ellos consiguen alegrarte la tarde. Es más, Miles Kurowsky, su cantante y compositor, mantiene una carrera en solitario que merece bastante la pena también, aunque se mete en otros charcos.

Y si comentaba que los Beulah me parecen un grupo olvidado injustamente, más me lo parece su, para mí, disco más redondo, este The coast is never clear. El tercer disco de los de San Francisco se publicó en el 2001 por Velocette records, sello que se encargó también de su último disco, el un poco inferior Yoko. Y se le nota la influencia de los grupos californianos de esa época, que raro suena decir esa época a hace diez años, con The Shins a la cabeza. Aunque si éstos intentaban experimentar algo más con su oh inverted world los Beulah tiran más a arreglos vocales y trompetas que nunca llegan a saturar.

Y si hay algo que me encanta de este disco es que pese a que el recuerdo que deja es de un álbum uniforme, al ponerlo en el reproductor te das cuenta de que es muy variado . Empezando por el primer tema Hello Resolven, que con sus arreglos de cuerda y piano le da un aire distinto a las demás composiciones. Para que luego llegue A good Man is easy to kill con sus toques de trompeta(aquí empieza) a lo sesentero iniciales para descubrir un tema muy pop. What will you do in your suntan fades? cambia el tono de golpe con su toque cabaretero. Gene Autry va directo al alt country como una versión soleada de Wilco. Silver lining con su bajo machacón y las trompets recupera un nervio que se ve rebajado drásticamente por la maravillosa Popular mechanic for lovers, de hecho, los arreglos de piano y el toque playero le sientan muy bien.

La segunda mitad del disco hace acto de presencia con Gravity’s bringing us down, que con una guitarra más afilada y el slide consigue sonar muy distinta a las demás. Hey Brother vuelve al tono más sunshine pop y se agradece. I’ll be your lampside suena a america profunda, siendo uno de los temas que más se recuerdan al final. Cruel Minor change te devuelve a la modernidad con ecos a los primeros noventa, como si a les das un Valium a los replacements. Burned by the sun es la penúltima canción, en un tono más relajado. Y para terminar, Night is the day turned inside out, otro de los puntos álgidos del disco. La canción te deja tan buen sabor de boca que la mayoría de las veces para cuando me doy cuenta lo he vuelto a poner.


Atentos a la camiseta del Kurowsky que te lo deja todo bien claro...

En fin, un disco de los que no hay que dejar escapar si no lo conocéis porque no tiene desperdicio.

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